Dos preguntas que deberías hacerte
Por si aún no te has enterado, aquí no venimos a tontear.
Aquí hablamos de ponerte en forma.
De verdad.
De cambiar el cuerpo, la cabeza y la manera en la que vives.
De dejar de ir por la vida cansado, con dolores, frustrado.
Y pasar a tener energía, autoestima, ganas…
Y un físico que refleje todo lo que estás dando.
Pero antes de meterte en serio con esto… hay dos preguntas que te deberías hacer.
¿De verdad lo quieres?
Porque hay mucha gente que dice que sí.
Que quiere perder grasa. Verse bien. Ponerse en forma.
Pero luego…nada.
Se apuntan, entrenan dos días, y se buscan excusas como si fueran medallas.
Hay gente que quiere “hablar” de ponerse en forma.
Y luego está la gente que lo hace.
Y tú decides de qué lado estás.
Yo he visto a muchos aquí cambiar.
Gente que entró sin poder hacer un wall ball.
Y ahora te levantan la barra sin pensar.
Y no fue por suerte. Fue porque sí lo querían.
¿Y cómo te vas a sentir si no lo consigues?
¿Vas a estar bien otro año más sin camiseta en la playa?
¿Vas a seguir comprando ropa ancha?
¿Vas a seguir sin mirarte al espejo?
¿Vas a mirar de reojo al que sí se lo ha currado… y decirte “yo no puedo”?
Porque si eso te pica… es que aún estás a tiempo.
De hacer algo. De moverte. De empezar.
Y si no sabes cómo, ya sabes que en Hope y en el programa te lo damos hecho.
Pero el primer paso no es apuntarte.
Es decidir.
Decidir que no vas a seguir como estás.
Tu entrenadora.